domingo, 28 de diciembre de 2008

Καλά Χριστούγεννα


MENSAJE DE NAVIDAD - 2008-09

Iniciar la cuenta atrás en el largo recorrido de nuestra existencia nos sitúa en el punto de mira de nuestra consciencia. Somos capaces de recordar en una milésima de segundo el sonido que tiene una bella melodía, podemos revivir la emoción que nos arranca del corazón el observar la profundidad del mar, podemos sentir el beso del ser amado con sólo pensar en esa milésima de segundo en su presencia… Las emociones nos embargan constantemente haciéndonos recordar lo que todavía podemos experimentar en este mismo instante. Así pasan los años, uno tras otro, sin apenas darnos cuenta de la realidad que se asoma tras nuestras gafas de sol. Hemos olvidado mirar con nuestros propios ojos, esos ojos que no se dañan por la terrible luz del sol y por culpa de los rayos ultravioletas, entiéndase que con la capa de ozono a punto de desaparecer, eso podría ser determinante para que el pobre ser humano tuviese problemas de visión… efectivamente hay un problema de visión, de Visión Interior.

El ser humano se ha convertido en un verdadero ciego, su ceguera le transmite seguridad, la seguridad de que son otros los que le guían en su camino, la certeza de que pase lo que pase, si tropieza es culpa de su buscada ceguera, y si no de aquellos que debieran conocer de su existencia. ¿Cuántas veces has girado la cabeza porque no querías darte cuenta de lo que ocurre a la vuelta de la esquina?...

Persigue el hombre a la estrella que le guíe hacia el camino de la libertad que le ha sido arrebatada por la ignorancia de sí mismo. Eso es lo que sucede año tras año, deseamos entre brindis la felicidad… Y yo os pregunto, ¿qué entendéis por Felicidad?

¿Es quizás el ver vuestros deseos hechos realidad?... Y ¿Cuáles son esos deseos?... Los deseos hacen aferrarnos a la infelicidad con mayor acopio; así fluye nuestra vida, en un esfuerzo continuado de insatisfacción que nos hace enfocar nuestra atención al pasado o nos proyecta al futuro, sin darnos respiro, farfullando en la soledad de nuestros pensamientos y, entre dientes, deseando llegar al final de esta desesperación.

Pero querido ser humano la mente nunca calla, nunca duerme, nunca nos ofrece soluciones, siempre está creando el siguiente enigma sin resolver que te hará perder el juicio.

Por todo ello, te invito a que recorras el mundo de la Intuición no de la superchería, el de la Inteligencia Superior, no el del pobre intelecto que sólo sirve para recordar cifras y letras; recorre el camino que cure tus heridas, sobre todo las del corazón, descálzate y cruza el río de las aguas del Olvido, serás transportado sobre las aguas, como aquel que vino a enseñar el camino de la Sabiduría, el que la redimió y rescató para que se volviese a ver su bella silueta… Son tantos los que lo hicieron, que los llevo en mi corazón, y es por lo que hoy por hoy sigo avanzando a través de áridos caminos que convierto en verdaderos paraísos, donde descansar y poder reposar mi cabeza.

En tanto prosigo el camino, no olvides querido y temido ser humano que la noche de los tiempos es tu ceguera, y ella es la que produce el engaño de las formas de esta ilusión, con la que te identificas. Pero vienen tiempos de cambio y con el cambio renovación no exenta de luminosas posibilidades, pero para ello, tenemos que ser libres, en cuerpo, mente, y en Espíritu… la Energía que recién está floreciendo es como una apisonadora, es contundente, terrible para aquel que no la conoce, un bálsamo para aquel que la busca y clama su nombre, una fragante rosa en flor que regala su esencia para aquel que la reintegre. Esa es la venida del Silencio que Habla.

Feliz Nacimiento a todos…


Kala Christougenna

Άγια Σοφία



Estamos en unos momentos de bulliciosas fiestas pero… cuando ya no hay ruido y te quedas a solas contigo mismo, cuando consigues aquietar tu mente y parar el flujo de pensamientos… entonces comienzas a disolverte en tu interior, el Silencio te invade y se serena el corazón. Ahí, en ese jardín secreto, te encuentras contigo mismo y con la Realidad.

Cuanto más sabes de la Verdad, más te acercas al Silencio, pues las palabras sólo sirven para comunicarnos hasta determinados niveles, cuando vas más allá de estos, sólo entorpecen, obnubilan y consecuentemente sobran.

A veces, cuando alguien me hace una pregunta, guardo silencio... Las personas quieren que les digas aquello que desean oír, aquello que piensan y, otras veces, lo único que hago es responderme a mí mismo con mi voz.

Ahora, cuando guardo silencio, yo mismo soy la respuesta.

Ninguna palabra podría precisar la belleza de un florecilla, ni podría acercarse siquiera a los luminosos velos de la grandeza del espíritu. Ninguna expresión captaría la dicha de sus caricias; ni sería capaz de capturar, entre sus formas verbales, el aroma de sus besos... ¿Cómo puedo definirla a Ella…? ¿”Sabiduría” como emplearon otros…? Al final, cualquier palabra es siempre triste, pequeña y débil. Ella es la experiencia del silencio, de Mi Silencio... y, aunque lo intente, no tiene nombre.

Los humanos nos hemos acostumbrado a las palabras, y hemos borrado de nuestra memoria qué somos y de dónde hemos venido… En verdad os digo que ahí… ahí en nuestro origen, no hay palabras.

Valorad la alegre franqueza de una sonrisa, estimad el amor que se comparte en un abrazo, o la luz que nos entregan en una mirada… y ahí tampoco hay palabras.

Desde mi silencio a vuestro silencio, un silencio lleno de avenidas de espirituales posibilidades, os deseo una Feliz Navidad Eterna en vuestros corazones, para que en ellos florezca y fructifique la llama de la Gnosis.

jueves, 18 de diciembre de 2008