En nuestros días se habla mucho de Arte, pero realmente, ¿se sabe qué es el Arte...?
Durante mucho tiempo me he estado haciendo esta pregunta, no porque sea lo que hoy llaman un "artista" sino porque me ha llamado la atención como hemos manipulado la palabra. Una definición genérica y acertada sería: "es un medio por el cual un individuo expresa sentimientos, pensamientos e ideas".
Estamos acostumbrados a sentirnos lejos de ese medio, se lo dejamos a los "artistas".
Vaya sorpresa, cuando me doy cuenta que en ese adjetivo incluimos desde matadores de toros, a cantantes endiosados, pasando por jugadores de fútbol o escritores que no tienen nada que contar más allá de novelas que ensalzan historias emocionantes, en las que se dan la mano las más escalofriantes actitudes del ser humano, personajes que se dedican a mostrarnos su miseria humana bajo el calibre de sus obras, para conmocionar mentes y corazones de esta sociedad, vendiendo el “todo vale” y “está bien”, mientras tanto, esta sociedad vive los sueños, vidas y emociones de otros.
Alguien dijo que el Arte SÓLO ES ARTE CUANDO SANA, cuando libera lo mejor del ser humano, cuando genera belleza, armonía, cuando es capaz de hacer emerger un estallido de color y de presencia interior. El verdadero Arte se convierte en el catalizador del Amor, infunde en el individuo Amor por toda la humanidad, trascendiendo al “arte del ego”, que no es más que los impulsos de lo aprendido de los instintos, hecho cualquier medio, para expresar lo que no sana.
Atendiendo al Arte que sana, uno de ellos y más importante es el Arte de Responsabilizarse de uno mismo. Este Arte no necesita de habilidades especiales, aunque ese pueda ser uno de los efectos, el desarrollo de habilidades no exploradas, pero sí se necesita compromiso, y este no es con nadie sino con uno mismo. Para ello, se necesita un entorno que facilite este espacio personal y poder desarrollar este difícil pero enriquecedor Arte de Responsabilizarse de uno mismo. Ahora, tenemos una oportunidad única e importante de llegar a ser una sociedad comprometida con el individuo y que facilite el entorno adecuado para ello con sus numerosos proyectos; y lo más importante, nuestro proyecto es un desarrollo del potencial humano por excelencia, en el cual los recursos no sólo van a ser a nivel económico, es más trascendente, es la oportunidad de crecimiento, de evolución que va más allá de lo físico, de lo material, es una oportunidad de poder recuperar nuestro verdadero tesoro, nuestra validez como persona, haciendo que el Amor y la Inteligencia sean el verdadero motor de nuestro sistema familiar, social, cultural, y hagamos entre todos el Arcos que nos motivaría el verdadero Arte en todo lo que hagamos: el Arte que Sana.
No es un sueño, es algo que podemos realizar entre todos, no es delegar la responsabilidad a otros lo que nos libera, si no acercarnos a los problemas que afectan a nuestro potencial humano, mirarlos a la cara y no a otro lado, delegando nuestra responsabilidad a personas que sólo piensan y actúan en contra de nuestra evolución y desenvolvimiento. El cambio y la evolución llegan cuando se está preparado, no lo dudes…
Sophia Iatromantis
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