El diccionario de la lengua define “Conciencia” bajo diferentes perspectivas. Personalmente, me referiré a dicha palabra sólo bajo dos de estar definiciones que juzgo muy oportunas: “Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta”. Y, bajo un punto de vista psicológico, como “el acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo”.
Hasta ahora, y en general, la percepción del ser humano como una entidad esencial desenvolviéndose en sus propias circunstancias, ha sido una de las bases sobre la que los poderes en la sombra han manejado, manipulado y dirigido a hombres y mujeres hacia sus intereses personales. Os contaré parte de aquello que no quieren que sepáis…
¿Cómo nos percibimos a nosotros mismos en relación al mundo que nos rodea? ¿Sabemos realmente el milagro que cada uno de nosotros es? Permitidme que os hable un poco al respecto. Somos unos seres vivos y conscientes, que nos movemos en el tercer planeta de un sistema solar. Es un sistema que se encuentra en una zona exterior dentro de la galaxia denominada Vía Láctea, que se supone que tiene entre doscientos mil millones y cuatrocientos mil millones de estrellas. En el universo hay incontables galaxias… posiblemente billones, ¿no es una maravilla que, precisamente en este eje de coordenadas que se expresan mediante tiempo y espacio, en este momento concreto, y en este pequeño grano de arena perdido en el universo, existamos nosotros como seres vivos, auto conscientes y con capacidad de interpretar, analizar y proyectar nuestra mente hasta los límites del Cosmos? ¿Sabéis la cantidad de posibilidades, creaciones y desarrollos que tiene cada uno de nosotros? ¿Entendéis lo grandioso que es poder tener esta experiencia humana, y tener la posibilidad de tenerla conscientemente y saber qué somos… quiénes somos?
Sin embargo, los poderosos de este mundo, aquellos que manejan los hilos de gobiernos, corporaciones e intereses económicos, en su afán de poder, pretenden tenernos entretenidos con todo aquello que no interesa y que, francamente, nos hace perder el tiempo. Nuestra cultura está llena de banalidades e intrascendencias, no hace falta que las nombre, pues todos las conocéis muy bien y, en cierta manera, es similar al antiguo pensamiento de los patricios romanos: “pan y circo” para el pueblo. Mientras estemos entretenidos con “espectáculos” y con obligaciones impuestas, no tendremos posibilidad de ser conscientes de nuestra propia existencia. Mientras continuemos en este estado de “sueño” mecanicista en el que estamos sumidos, no tendremos posibilidades de ver la Realidad, ni de descubrir lo grandioso que es cada uno de nosotros.
Empecemos a generar los motores del cambio de conciencia, empecemos a conocernos a nosotros mismos y a desarrollar las magnificas posibilidades que yacen en nuestro interior, y estaremos dando los primeros pasos hacia un cambio de paradigma que, indiscutiblemente, repercutirá en los que nos rodean, en nuestra sociedad y, al final, en toda la humanidad. Como dice el refrán: “un viaje de mil millas, comienza con el primer paso”.
Hasta ahora, y en general, la percepción del ser humano como una entidad esencial desenvolviéndose en sus propias circunstancias, ha sido una de las bases sobre la que los poderes en la sombra han manejado, manipulado y dirigido a hombres y mujeres hacia sus intereses personales. Os contaré parte de aquello que no quieren que sepáis…
¿Cómo nos percibimos a nosotros mismos en relación al mundo que nos rodea? ¿Sabemos realmente el milagro que cada uno de nosotros es? Permitidme que os hable un poco al respecto. Somos unos seres vivos y conscientes, que nos movemos en el tercer planeta de un sistema solar. Es un sistema que se encuentra en una zona exterior dentro de la galaxia denominada Vía Láctea, que se supone que tiene entre doscientos mil millones y cuatrocientos mil millones de estrellas. En el universo hay incontables galaxias… posiblemente billones, ¿no es una maravilla que, precisamente en este eje de coordenadas que se expresan mediante tiempo y espacio, en este momento concreto, y en este pequeño grano de arena perdido en el universo, existamos nosotros como seres vivos, auto conscientes y con capacidad de interpretar, analizar y proyectar nuestra mente hasta los límites del Cosmos? ¿Sabéis la cantidad de posibilidades, creaciones y desarrollos que tiene cada uno de nosotros? ¿Entendéis lo grandioso que es poder tener esta experiencia humana, y tener la posibilidad de tenerla conscientemente y saber qué somos… quiénes somos?
Sin embargo, los poderosos de este mundo, aquellos que manejan los hilos de gobiernos, corporaciones e intereses económicos, en su afán de poder, pretenden tenernos entretenidos con todo aquello que no interesa y que, francamente, nos hace perder el tiempo. Nuestra cultura está llena de banalidades e intrascendencias, no hace falta que las nombre, pues todos las conocéis muy bien y, en cierta manera, es similar al antiguo pensamiento de los patricios romanos: “pan y circo” para el pueblo. Mientras estemos entretenidos con “espectáculos” y con obligaciones impuestas, no tendremos posibilidad de ser conscientes de nuestra propia existencia. Mientras continuemos en este estado de “sueño” mecanicista en el que estamos sumidos, no tendremos posibilidades de ver la Realidad, ni de descubrir lo grandioso que es cada uno de nosotros.
Empecemos a generar los motores del cambio de conciencia, empecemos a conocernos a nosotros mismos y a desarrollar las magnificas posibilidades que yacen en nuestro interior, y estaremos dando los primeros pasos hacia un cambio de paradigma que, indiscutiblemente, repercutirá en los que nos rodean, en nuestra sociedad y, al final, en toda la humanidad. Como dice el refrán: “un viaje de mil millas, comienza con el primer paso”.
+Thelarbus
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