LUNA ROJA
Por Sophia Iatromantis
Cuando la Luna se teñía de Rojo, tenía una gran influencia en nuestros ancestros al igual que ahora sobre nosotros, sólo que lo hemos intentado solapar con unas tradiciones totalmente alejadas de la Verdadera Naturaleza del Hombre.
Es justamente con esta Luna cuando la mujer adquiere esa cualidad, ese don, el Don de la Visión de los dos mundos, fue cuando dejó de ser una simple hembra, para convertirse en la Gran Madre, la que gritaba en la oscuridad haciendo llegar la súplica de un alma joven dispuesta a sacrificarse por entero por la evolución de sus iguales. Ese gran pacto con la Luna la hizo Sangrar todos los meses, para que no se le olvidara lo que con Ella (la Sangre Divina) había grabado en su vientre; ya no sólo quería estar preñada del hombre, “Quería estar Preñada de Sabiduría”.
Es así como la Luna inspira Vida y No Muerte; es así como nos recuerda nuestros orígenes; es así como nos recuerda a donde tenemos que mirar en las noches de desaliento, cuando pedimos a gritos que nos den una respuesta. Sin duda alguna ella nos responderá, el Silencio…saldrá a su encuentro.
Sería buena idea que conectásemos más con la Alquimia Intrínseca en nosotros, hombres y mujeres, y dejásemos de intelectualizar lo que por Naturaleza no lo es.
Una muy buena idea para las mujeres, en caso de que hayan perdido el contacto con su esencia femenina, es la siguiente: se trata de dibujar una “Obra de Arte” con nuestra propia menstruación, enmarcarla y exponerla a la vista de todos, por ejemplo en el salón, de esta manera el Don de la Feminidad será trascendida por la belleza de la expresión de una Verdadera Mujer. Y por supuesto, se verá complementada por su otro “YO”, o sea la pareja que haya elegido para tal empeño.
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