viernes, 23 de enero de 2009

Los Gnósticos de Orleans - V - VI


V


Los Gnósticos Paulinos y, a continuación, los Euchitas, perseguidos por los emperadores de Bizancio, se habían vuelto a Occidente. Bajo el nombre de Cátaros, Maniqueos, Entusiasta, habían creado comunidades secretas en el norte y el sur de Europa. A principios del siglo XI, una mujer de rara belleza y de gran inteligencia, de origen salvo o greco eslavo, expulsada de Italia donde ejercía el apostolado de la Gnosis, llegó a Orleans donde su prestigio reúne a su alrededor, en reuniones secretas, a los más piadosos y más instruídos miembros del clero Episcopal.


Un hombre que murió antes de 1017 en olor de santidad, y sobre la tumba del que
ocurrían milagros, el cantor litúrgico de Sainte Croix, el ilustre Théodat, adopta sus doctrinas. Heribert, profesor de Saint-Pierre le Puellier, Lisois, Foucher, Etienne, canciller del Obispo de Orleans, clérigos, religiosas de Notre-Dame de Bonne-Nouvelle, mujeres, hombres eminentes piden a la hermosa santa el consolamentum, la imposición de manos y la doctrina.


Durante mucho tiempo, La Iglesia Gnóstica se reúne en secreto, a veces en las sedes eclesiásticas, a veces en las canteras de Saint-Vicent, a veces en las cuevas de la comarca du Châtelet.


Oficialmente, los adeptos siguen el culto romano seguido y se dedican a sus negocios. Théodat asumió su puesto en la Basílica. Heribert enseña en la escuela. Etienne había llegado incluso a la conciencia de la reina Costancia [sic], esposa de Robert. Lisois ocupaba el cargo de la gran escuela de Orleans.


La hermosa Santa murió. Théodat la siguió pronto. Es enterrado en la catedral y el pueblo le honra como a un santo.



-----------------------------------------------------------------

VI


¿Qué enseñaba esta mujer Apóstol? La Gnosis.


La doctrina de los Aeones, tal y como figura en el Nuevo Testamento en su envoltura exotérica, tal y como la predicaban San Pablo y San Juan, como el genio de Basilides, la elocuencia armoniosa Valentín, o la hermosa palabra de Marcias [sic] habían enseñado, tal y como Sergius y Basilius la habían repetido tras ellos.


Dios, principio absoluto, fuente del Bien, de quien todo emanó. El Aeón Iahveh, extraviado lejos del Pleroma Sagrado, creó el mundo material de donde sale el mal, el dolor, la muerte, el pecado.


Ella enseñó la muerte del Eon Jesús para redimir a este pobre mundo mundo. Él debía regresar a su padre, a Dios, al ABISMO, los Puros, los Elegidos, los Pneumáticos, aquellos que están llenos del Espíritu Santo.


Ella condenó el bautismo de agua, la presencia real, la eficacia de las obras, la jerarquía, las segundas nupcias, los sacramentos. Quería restaurar el culto en espíritu y en verdad.


"He aquí que esta es nuestra ley, clamaba, dejar el mundo, domar la carne, vivir del trabajo, no dañar a nadie, amar a tu prójimo. Si se observa esta ley, no hay necesidad del bautismo. Si la violamos, ningún bautismo nos salvará
".

continuará.../...

No hay comentarios: